lunes, 23 de marzo de 2009

Cascareando

El fin de semana fue bastante bueno para mí, el día sábado fui a una boda y el domingo tenía la expectativa de asistir al partido América-UNAM. Creo que no hay nada más divertido que un evento nupcial, se come, se bebe, se baila y sobre todo se experimentan diversos sentimientos. Algo que quizás se podría comparar con un enlace matrimonial es asistir al estadio a apoyar a tu equipo. El duelo entre águilas y universitarios se vive con mucha intensidad tanto en la cancha como las tribunas, en lo personal como incha azulcrema disfruto más este partido que cuando se juega contra el rebaño.
América venía de derrotar al Cruz Azul, UNAM traía una buena racha. Se jugaban puntos valiosos para ambos grupos y eran cruciales para el destino del grupo 2 del fútbol mexicano. La boda había sido memorable, de aquel evento sólo quedaba la resaca, pero la emoción de asistir al coloso de Santa Úrsula disipaba cualquier malestar. Todo el ambiente olía a fútbol, amarillo y azul, azul y oro se fundían para formar un mosaico multicolor de pasiones.
Las voces del estadio se perdían entre “las goyas” y “el vamos América”. El odio que existe se refleja en las tribunas, conatos de bronca e insultos se hacen presentes de principio a fin. El silbatazo inicial fue el incentivo para explotar, lamentablemente éste fue una de las pocas emociones. Las aficiones se entregan al máximo, pero en la cancha, por momentos, sólo se veía apatía. El gol nunca llegó, oportunidades de ambos bandos, pero el grito de gol se guardó en las gargantas de los aficionados.
Es triste que dos equipos grandes jueguen a no perder, los tres puntos estaban en el aire, pero prefirieron defender el punto que otorga el empate. Después del partido, solamente pensaba en lo bueno que había estado la boda y lo malo que estuvo el cotejo. Los recién casados se fueron a su luna de miel, en el partido no hubo tal, nadie la metió…
A los nuevos esposos les deseo mucho éxito y sobre todo que sean apasionados el uno del otro, que se amen y se cuiden, que estén juntos en las buenas y en las malas y sobre todo que sean felices.
Hablo como incha americanista que lleva sufriendo un buen rato. A los jugadores les faltó pasión, la afición los cuida y arropa pero ellos no sienten amor por la camiseta, son la excepción quienes de verdad sudan el jersey. En las buenas y en las malas los verdaderos americanistas apoyamos a nuestro equipo, pero es notable el divorcio entre los aficionados y el equipo.
Bolita, por favor.

domingo, 8 de marzo de 2009

Cascareando

Transcurrió la novena jornada del balompié azteca. Nos encontramos a mitad del certamen en su fase regular, el común denominador ha sido la irregularidad y los malos partidos. Mientras en ligas europeas vemos competiciones férreas y cerradas, en nuestro país el drama y la emoción están en la tabla porcentual.
La lucha por permanecer en el máximo circuito se cierra cada día más, parece ser que el Necaxa se encamina a su autodestrucción. Los pupilos de Raúl Arias no han hecho nada para salvarse, han obtenido tres puntos de los veintisiete disputados. Curiosamente esta jornada los rayos se fueron a quemar, literalmente, al infierno. Los diablos rojos del Toluca los hundieron más. El fútbol es tan irónico como la vida misma, en 1998 choriceros y necaxistas jugaron una gran final en ese mismo estadio. Once años después los equipos viven realidades distintas, el Toluca es el actual campeón y sigue haciendo del “Nemesio Diez” una aduana difícil, por otro lado los rayos son coleros del certamen y de la porcentual.
Los tecos sufrieron un robo a mano armada en Pachuca. Pareciera que el árbitro del cotejo estaba esperando que los tuzos marcaran para que se acabara el partido. Los líderes derrotaron 3-2 a los pupilos del “Piojo” Herrera que siguen con problemas porcentuales. Por otro lado los Indios de Ciudad Juárez perdieron contra los rojinegros del Atlas y siguen atrapados en el drama del descenso.
Es de aplaudir la actuación del Puebla. Derrotaron a tigres a domicilio, se sacuden un poco del descenso y mandaron al penúltimo lugar a los felinos. Es de llamar la atención lo que están haciendo los de la franja, tienen 15 puntos y están en zona de clasificación. El equipo más austero de la liga está jugando con el corazón. Cada partido juegan una final, ellos lo saben, se entregan en la cancha como sí no hubiese mañana. El equipo está constituido por jugadores que quieren una revancha, Davino y Osorno son el ejemplo, jugadores que se encontraban al borde del retiro están viviendo un segundo aire. Al comenzar la campaña los poblanos eran el último lugar de la tabla porcentual, ahora hacen temblar al “volcán” de Nuevo León.
Un hombre como José Luis Sánchez Solá “Chelis”, le pone sabor al torneo. No fue futbolista, pero es poblano, está defendiendo al equipo de su ciudad como un guerrero. Es todo un espectáculo, llora, grita, patea y vive. Gracias”Chelis”, gracias por demostrarnos que vale más el corazón que el dinero.
Bolita, por favor.