Realmente no se qué ha pasado, las últimas fechas han sido sumamente atípicas. De primera instancia el país se paralizó por la peligrosa influenza. Parecía que era el fin del mundo, sólo algún personaje interpretado por Will Smith o Bruce Willis podría salvarnos, pero al estar en México los héroes hubieran sido distintos. Me imagino algo así como: El Santo y Blue Demon contra la influenza o Influenza Porcina, el regreso de Kaliman. Nuestro país llega a ser completamente irreal, a veces pareciera que el Macondo de García Márquez es una realidad.
Esta clase de sucesos aparecen en todos los ámbitos, incluso en el deportivo. Nuestro fútbol mexicano está viviendo algo nunca antes pensado. Dos de los equipos más austeros del balompié azteca están en las semifinales. Puebla e Indios estaban destinados a descender, pero ahora están entre los cuatro mejores del torneo, son unos verdaderos muertos vivientes que se ponen al tú por tú a quien sea, pase lo que pase ya hicieron historia, no les queda otra que disfrutar su histórica epopeya.
El Puebla en algún momento fue un equipo importante en México, quien no recuerda los inicios de un joven entrenador llamado Manuel Lapuente que los hizo campeones o cuando el goleador español Carlos Muñoz comandaba a los camoteros. De aquellos momentos sólo queda el recuerdo y un estadio mundialista en dos ocasiones. El Puebla debe de estar siempre luchando, por su historia, por su estadio y por su gente. Vencieron al Monterrey contundentemente y ahora están en semifinales y se enfrentaran a los aguerridos y veloces Pumas.
Ciudad Juárez nunca ha sido una plaza futbolera, esta ciudad fronteriza es más conocida por sucesos poco agradables. La ciudad donde creció Alberto Aguilera Valadez, mejor conocido como Juan Gabriel, ha sido blanco de todas las miradas por sus muertas y por el narcotráfico. Hoy se habla de Ciudad Juárez por sus Indios. Dejaron en cuartos al campeón Toluca, bastó con un gol marcado en la frontera para derrotar a los diablos, en el Nemesio Diez los Indios se defendieron con uñas y dientes para mantener la ventaja. Después de aguantar noventa minutos en el infierno, son dignos semifinalistas. En esta etapa previa a la final se enfrentaran al superlíder Pachuca.
Las semifinales son completamente inesperadas, espero que se muestre un buen nivel futbolístico y sobre todo que pasen los “muertos vivientes”. Siempre me he identificado más con la pericia y astucia de David con todo y su honda que con la fuerza del gran Goliat. Espero que el próximo fin de semana estemos todos “chelices” y que Juan Gabriel pueda decir: “Arriba Juárez y sino vean el mapa”, perdón “Arriba Juárez y sino vean a sus Indios”
Esta clase de sucesos aparecen en todos los ámbitos, incluso en el deportivo. Nuestro fútbol mexicano está viviendo algo nunca antes pensado. Dos de los equipos más austeros del balompié azteca están en las semifinales. Puebla e Indios estaban destinados a descender, pero ahora están entre los cuatro mejores del torneo, son unos verdaderos muertos vivientes que se ponen al tú por tú a quien sea, pase lo que pase ya hicieron historia, no les queda otra que disfrutar su histórica epopeya.
El Puebla en algún momento fue un equipo importante en México, quien no recuerda los inicios de un joven entrenador llamado Manuel Lapuente que los hizo campeones o cuando el goleador español Carlos Muñoz comandaba a los camoteros. De aquellos momentos sólo queda el recuerdo y un estadio mundialista en dos ocasiones. El Puebla debe de estar siempre luchando, por su historia, por su estadio y por su gente. Vencieron al Monterrey contundentemente y ahora están en semifinales y se enfrentaran a los aguerridos y veloces Pumas.
Ciudad Juárez nunca ha sido una plaza futbolera, esta ciudad fronteriza es más conocida por sucesos poco agradables. La ciudad donde creció Alberto Aguilera Valadez, mejor conocido como Juan Gabriel, ha sido blanco de todas las miradas por sus muertas y por el narcotráfico. Hoy se habla de Ciudad Juárez por sus Indios. Dejaron en cuartos al campeón Toluca, bastó con un gol marcado en la frontera para derrotar a los diablos, en el Nemesio Diez los Indios se defendieron con uñas y dientes para mantener la ventaja. Después de aguantar noventa minutos en el infierno, son dignos semifinalistas. En esta etapa previa a la final se enfrentaran al superlíder Pachuca.
Las semifinales son completamente inesperadas, espero que se muestre un buen nivel futbolístico y sobre todo que pasen los “muertos vivientes”. Siempre me he identificado más con la pericia y astucia de David con todo y su honda que con la fuerza del gran Goliat. Espero que el próximo fin de semana estemos todos “chelices” y que Juan Gabriel pueda decir: “Arriba Juárez y sino vean el mapa”, perdón “Arriba Juárez y sino vean a sus Indios”
Bolita, por favor.
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