lunes, 20 de octubre de 2008

Cascareando

La actuación de Carlos Vela, “El Bombardero”, fue espectacular. En el partido que su equipo el Arsenal jugó contra el Sheefield United, el mexicano marco tres de los seis goles de su equipo. El Arsenal ganó 6-0, pero lo que dio la vuelta al mundo fue la manera de jugar de este niño héroe. El bombardero, con tan sólo 19 años, hizo que la afición presente en el Emirates Stadium se parará para aplaudirlo. El segundo gol de Vela fue una verdadera obra de arte, donde demostró un control de balón excelso y definió con un globito como sólo los cracks lo hacen. Venga chamaco tienes todo para romperla en grande.

Lo que sucedió en el encuentro amistoso de la selección mexicana contra su similar de Chile fue TRIste, se perdió 1-0. Se presentó un equipo mexicano de segunda contra una selección chilena que jugaba sin sus estrellas, pero que jugó con gran orden, algo que nuca tuvo México. La intención del partido era probar gente, pero sabemos que con esta excusa lo único que se hace es enmascarar los intereses de la Femexfut. Llevar a México a los Estados Unidos siempre significará un éxito de taquilla, pero se denigra a la escuadra con encuentros como éstos en donde lo único que le interesa a la federación es el dinero.

La aparente recuperación del América fue un espejismo, después de ganarle al San Luis, volvió a caer contra el Atlante. Los azulcremas ocupan el último lugar del grupo 2 del fútbol mexicano. Las grandes contrataciones y el entrenador de renombre (Angel “El pelado” Diaz) de nada sirven para sacar a los de coapa de la mediocridad. Se jugaba bien y se ganaba cuando estaba “El Cabezon” Luna en la dirección técnica. Luna es un entrenador sencillo y de bajo perfil, un entrenador que no vale los millones que vale el “Pelado” Díaz. Quizás la solución para la grave crisis del equipo más rico del país sea la humildad.

Resulta desconsolador ver el ocaso de un gran grande. Recuerdo la Copa Confederaciones de 1999 que se jugó en México. Brasil traía a su promesa dorada: Ronaldinho. El brasileño lo logró todo: campeón del mundo con Brasil en 2002 y con el Barcelona fue campeón de liga y campeón de la Champions League. Su salida del club catalán fue por la puerta trasera, se fue odiado por la afición por su bajo nivel de juego. Para esta temporada llegó al Milán con un contrato millonario. Van cuatro jornadas del calcio italiano y el brasileño apenas ha jugado, no ha brillado nada y se le ve gordo y lento. Lástima, era bueno.

Futbol por aquí y futbol por allá, ha sido la tónica del último mes. Hemos visto partidos clasificatorios para el mundial, de las ligas europeas, de la Champions League, de la Copa Sudamericana y del futbol mexicano. Después de ver el mejor futbol europeo, resulta aburrido un partido de liga en México. El fútbol mexicano convierte al más caliente futbolero en impotente. El fútbol europeo es como un afrodisiaco pambolero, mientras nuestro balompié funciona como sedante. Una vez más los únicos culpables son los federativos. Señores de corbata, gracias por asesinar al espectáculo.

Bolita, por favor.

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