La aprobación de la reforma energética se encuentra a la vista. Después de meses de negociaciones y dimes y diretes, se vislumbra una resolución en materia de energía en el congreso. Todo sucedió de una manera apresurada y cuando menos lo esperaba México. Esperemos que este martes 28 de octubre todo se esclarezca.
El repentino interés de los legisladores por resolver la reforma energética no es casualidad. Con la llegada de la crisis mundial, el gasto público también tendría que moderarse un poco. Los salarios de la burocracia tendrían que ir en consonancia con lo que se vive. Con la reforma ingresará dinero y se explotará más petróleo. De pronto algo que parecía un nudo imposible de desatar fue desatado en tiempo record.
El presidente elogia al legislativo, los del legislativo están orgullosos de su desempeño. La democracia está presente en nuestro país, se llegó al anhelado consenso. Pero, ¿se puede aplaudir algo hecho al vapor? Los legisladores deben entender que no se harán tamales. El petróleo es el pilar de nuestra economía y su futuro no se puede decidir de la noche a la mañana. No sólo está en juego el futuro del combustible, el futuro de un país es lo que está en la mesa.
Resulta extraño ver a los más férreos detractores de los cambios legislativos presumiendo su logro. De pronto los compañeros de tantas batallas, le dan la espalda a Andrés Manuel López Obrador. El tabasqueño se mantiene firme a su ideología, no cede y sigue luchando. Sigue luchando a pesar de que el debate fue realizado, cuando él de Macuspana lo exigió. Se han respetado sus acciones y se le ha dado un lugar, aunque ha afectado a terceros.
La división en el partido del sol azteca es un hecho. Mientras AMLO arde en bilis, Graco Ramírez, Pablo Gómez, Carlos Navarrete, entre otros, festejan. ¿Y los Chuchos? Bueno, los Chuchos son los Chuchos.
El repentino interés de los legisladores por resolver la reforma energética no es casualidad. Con la llegada de la crisis mundial, el gasto público también tendría que moderarse un poco. Los salarios de la burocracia tendrían que ir en consonancia con lo que se vive. Con la reforma ingresará dinero y se explotará más petróleo. De pronto algo que parecía un nudo imposible de desatar fue desatado en tiempo record.
El presidente elogia al legislativo, los del legislativo están orgullosos de su desempeño. La democracia está presente en nuestro país, se llegó al anhelado consenso. Pero, ¿se puede aplaudir algo hecho al vapor? Los legisladores deben entender que no se harán tamales. El petróleo es el pilar de nuestra economía y su futuro no se puede decidir de la noche a la mañana. No sólo está en juego el futuro del combustible, el futuro de un país es lo que está en la mesa.
Resulta extraño ver a los más férreos detractores de los cambios legislativos presumiendo su logro. De pronto los compañeros de tantas batallas, le dan la espalda a Andrés Manuel López Obrador. El tabasqueño se mantiene firme a su ideología, no cede y sigue luchando. Sigue luchando a pesar de que el debate fue realizado, cuando él de Macuspana lo exigió. Se han respetado sus acciones y se le ha dado un lugar, aunque ha afectado a terceros.
La división en el partido del sol azteca es un hecho. Mientras AMLO arde en bilis, Graco Ramírez, Pablo Gómez, Carlos Navarrete, entre otros, festejan. ¿Y los Chuchos? Bueno, los Chuchos son los Chuchos.
1 comentario:
Seguiré celebrando su manera de manejar la información. Lo que le reprocho a este texto es que repite muchas palabras en los primeros dos párrafos.
Ya casi al final, mejora, pero sigo sin encontrar el tono serio del editorial. Sin duda usted es un buen columnista y tal vez sus artículos de fondo sean mejores.
Estoy de acuerdo en parte con lo que dice, pero me encantaría saber en realidad que piensa en relación con la reforma.
Sí, el petróleo es una tema que cruza de punta a punta nuestra identidad nacional.
Espero más de usted, como siempre. Y bien por entregar a tiempo.
Publicar un comentario