El fútbol es mucho más que un deporte, representa muchas cosas más, entre éstas, un circo. Existen fieras, aquéllos futbolistas duros y entregados que nunca dan un balón por perdido. Vemos equilibristas, son los entrenadores que siempre están en la cuerda floja porque viven de los resultados. Encontramos payasos, esos hombres que con sus excentricidades le dan sabor al deporte. Lo que sobra son los animales, el “Conejo Pérez”, la “Gata Fernández”, el “Chango Moreno”, el “Pony Ruiz” y otros tantos que andan sueltos por la canchas. Pero en el circo del futbol, no podían faltar los enanos.
Durante toda mi infancia, pubertad y adolescencia fui un verdadero enano. Quizás por eso es que me gusta tanto este deporte, era el único que podía jugar. Mi apodo, Grem, viene en relación a mi altura, haciendo referencia a la película ochentera Gremlins. No sólo era por la estatura, también por otras características físicas, las cuales no serán divulgadas. Posteriormente sucedió un verdadero milagro, de esos que sólo suceden en Navidad, y di el estirón. Actualmente, gracias a Dios, soy un mexicano de estatura promedio, pero siempre que veo a un enanín jugando al fútbol me vienen a la mente infinidades de recuerdos.
Uno de los recuerdos más grabados, son las palabras de mi entrenador Paco Gurrola. Siempre me gritaba: ¡Rata, (apodo antecesor a Grem) no los vas a cargar! Suena fácil decirlo cuando no es a uno a quien le sacan más de veinte centímetros. Cuando llegó la altura yo ya era demasiado viejo y además mis nuevas pulgadas no venían solas, llegaron acompañadas de una gran torpeza. En el fútbol, el hecho de ser más pequeño requiere una mayor inteligencia y sobre todo valentía. En diversas ocasiones me faltaron cojones, por eso admiro a esos jugadores pequeños que no se arrugan.
El fin de semana “Lionel La Pulga Messi” fue el autor intelectual de la góliza que le propinó su equipo, el Barcelona, al Atlético de Madrid 6-1. Actualmente el equipo barcelonista tiene como máxima estrella al argentino Messi. El nacido en Rosario da muestra que en el fútbol se puede triunfar sin estatura, con su 1.68 de altura es un mago en el terreno de juego. Contra la adversidad, Messi llegó al profesionalismo. Debido a un problema en la hormona del crecimiento, el jugador estaba destinado a ser de estatura muy baja, pero el Barcelona decidió hacerse cargo del tratamiento médico necesario y de esta forma alcanzó su estatura actual.
En el fútbol mexicano, el sublíder es el Atlante, los Potros de Hierro están a un punto del líder San Luis. El Atlante, dirigido por el “Profe Cruz”, tiene en sus filas a dos verdaderos pitufos: el “Hobbit Bermúdez”, consolidado en la liga, y “Fernando el Chapu Navarro”, recientemente iniciado en el profesionalismo. Los pequeños le imprimen gran velocidad y dinamismo al equipo, son habilidosos, talentosos y culpables del buen torneo que han tenido los azulgranas. Cabe destacar que Fernando Navarro es oriundo de Cuernavaca, en alguna ocasión jugué contra él y me hizo como quiso, me rompió la cadera.
El considerado, por muchos expertos, como el mejor futbolista de la historia: Diego Armando Maradona era poseedor de una técnica maravillosa, visón esplendida de campo, gran control de balón y 1.67 de estatura. Diego fue un verdadero genio del fútbol, todavía no hay quien lo supere. A pesar de su pequeño cuerpo, comandó a la Argentina a ganar la Copa del Mundo en 1986. El argentino demostró que el tamaño puede ser suplido con habilidad y talento. ¿El tamaño importa? ¿Usted que piensa?
Bolita, por favor.
Durante toda mi infancia, pubertad y adolescencia fui un verdadero enano. Quizás por eso es que me gusta tanto este deporte, era el único que podía jugar. Mi apodo, Grem, viene en relación a mi altura, haciendo referencia a la película ochentera Gremlins. No sólo era por la estatura, también por otras características físicas, las cuales no serán divulgadas. Posteriormente sucedió un verdadero milagro, de esos que sólo suceden en Navidad, y di el estirón. Actualmente, gracias a Dios, soy un mexicano de estatura promedio, pero siempre que veo a un enanín jugando al fútbol me vienen a la mente infinidades de recuerdos.
Uno de los recuerdos más grabados, son las palabras de mi entrenador Paco Gurrola. Siempre me gritaba: ¡Rata, (apodo antecesor a Grem) no los vas a cargar! Suena fácil decirlo cuando no es a uno a quien le sacan más de veinte centímetros. Cuando llegó la altura yo ya era demasiado viejo y además mis nuevas pulgadas no venían solas, llegaron acompañadas de una gran torpeza. En el fútbol, el hecho de ser más pequeño requiere una mayor inteligencia y sobre todo valentía. En diversas ocasiones me faltaron cojones, por eso admiro a esos jugadores pequeños que no se arrugan.
El fin de semana “Lionel La Pulga Messi” fue el autor intelectual de la góliza que le propinó su equipo, el Barcelona, al Atlético de Madrid 6-1. Actualmente el equipo barcelonista tiene como máxima estrella al argentino Messi. El nacido en Rosario da muestra que en el fútbol se puede triunfar sin estatura, con su 1.68 de altura es un mago en el terreno de juego. Contra la adversidad, Messi llegó al profesionalismo. Debido a un problema en la hormona del crecimiento, el jugador estaba destinado a ser de estatura muy baja, pero el Barcelona decidió hacerse cargo del tratamiento médico necesario y de esta forma alcanzó su estatura actual.
En el fútbol mexicano, el sublíder es el Atlante, los Potros de Hierro están a un punto del líder San Luis. El Atlante, dirigido por el “Profe Cruz”, tiene en sus filas a dos verdaderos pitufos: el “Hobbit Bermúdez”, consolidado en la liga, y “Fernando el Chapu Navarro”, recientemente iniciado en el profesionalismo. Los pequeños le imprimen gran velocidad y dinamismo al equipo, son habilidosos, talentosos y culpables del buen torneo que han tenido los azulgranas. Cabe destacar que Fernando Navarro es oriundo de Cuernavaca, en alguna ocasión jugué contra él y me hizo como quiso, me rompió la cadera.
El considerado, por muchos expertos, como el mejor futbolista de la historia: Diego Armando Maradona era poseedor de una técnica maravillosa, visón esplendida de campo, gran control de balón y 1.67 de estatura. Diego fue un verdadero genio del fútbol, todavía no hay quien lo supere. A pesar de su pequeño cuerpo, comandó a la Argentina a ganar la Copa del Mundo en 1986. El argentino demostró que el tamaño puede ser suplido con habilidad y talento. ¿El tamaño importa? ¿Usted que piensa?
Bolita, por favor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario